Cumpliendo peticiones, con mucho cariño y un gran placer compartir el tema.
“Sin el espermatozoide que aportan los hombres, las mujeres serían estériles. El espermatozoide es el que aporta toda la fuerza de la vida para poder avanzar por el cuerpo femenino hasta el óvulo y fecundarlo; es ese proceso biológico el que se ve reflejado en todos los aspectos de la vida”. Mónica Giraldo Paerez
Un hijo necesita de padre y madre ya que somos 50% mamá y 50% papá y cada uno de ellos tiene el 50% de sus padres y así todas las generaciones hacía atrás, decir, somos 50% energía masculina y 50% energía femenina. Cuando una madre excluye al padre de su hijo, está borrando ese otro 50% que él tiene y lo que es peor, el inconsciente de ese hijo interpreta que tiene un 50% que no sirve o que no es tan bueno y ese hijo lo va a vivir como bloqueos en su vida profesional por dar un ejemplo. Recordemos una de las leyes de la sistémica familiar es que toda persona tiene derecho a pertenecer.
Bert Hellinger ha sido claro al decir que al padre se le toma a través de la madre, es la madre la que da el permiso para tomar al padre. La relación madre e hijo se da desde la gestación y hasta los primeros 12 años de vida del hijo, él está contenido por su madre y lo que implica la energía femenina que lo mantiene cerca del sistema familiar y sistémicamente hablando, estar cerca del sistema familiar significa que está rodeado, protegido por todo lo que ayuda a mantener la vida, es decir, se siente a salvo. Lo que se ve es que ese dar permiso a veces puede ser traumático para la madre.
Mas adelante cuando el hijo crece y empieza a salir a interactuar con otros sistemas familiares y otras dinámicas de supervivencia, lo que se necesita es que la relación padre e hijo se dé y de esta manera se involucre la fuerza de la energía masculina que es primordial para salir al mundo, a la vida que a veces se vuelve difícil, competitiva y hasta peligrosa, en la que puede estar comprometida su supervivencia.
Entonces lo que una madre puede hacer en ese momento de la vida de un hijo, es demostrarle que así como ella puede ver a ese padre con amor y ver en él un hombre con un linaje masculino fuerte, en donde no solo está él sino todos sus antecesores, es importante para que el hijo se reconozca en su padre y en sus ancestros y tenga la fuerza que necesita para ir al mundo y a la vida.
Lo que comúnmente sucede es que la madre no está en disposición de entregarle el hijo al padre, puede ser por alguna historia de dolor que hace que una madre no dé el permiso e impide hacer el movimiento de toma del padre y por ende, el hijo tampoco puede hacer este movimiento. Desde el punto de vista de los hijos cuando este movimiento o este paso no se da, lo que le ocurre al hijo es que es difícil ver al padre y entra en conflicto, se siente dividido o termina por revelarse contra su madre.
No importa lo que yo como madre de mi hijo pienso del padre, si es o no adecuado no importa, lo claro que debo tener es que ese es el padre de mi hijo y sin él no hubiera podido ser madre de ese hijo y la fuerza que él necesita para afrontar la vida viene de ese hombre que yo escogí, no puede haber otro.
Cuando una madre no puede ver a ese hombre como el padre de sus hijos, como aquel que ella escogió, como ese hombre del que recibió su semen, engendró y tuvo un hijo de ese hombre y aún así no puede tomar de ese hombre la vida que él en ella puso y cuando ve a su hijo y no logra ver en él la presencia de ese hombre, es difícil que este hijo pueda ver a su padre. Es a través de la madre que el hijo puede Tomar al Padre.
Con nuestro padre, tomamos toda aquella energía del mundo exterior, es la energía que nos hace ir hacía afuera, hacía el logro de nuestras metas, hacía los objetivos que nos trazamos en la vida; es esa energía que viene de nuestro padre la que nos ayuda a poner limites en todos los ámbitos de nuestra vida. Cuando solo tomamos a nuestra madre, hay soledad y aislamiento.
Cuando se Toma a Papá estamos tomando la energía masculina que debemos integrar junto con la energía femenina que viene de nuestra madre y que hemos tomado de ella. En el instante que hacemos la toma de ambos padres, estamos equilibrando la energía en nuestro interior y a partir es mas fácil poder fluir en la vida de manera adecuada y sintiéndonos bien con nosotros mismos.
Para contextualizar un poco mas, debemos recordar que la mujer es mas de retener (en el útero las madres contienen e igual sigue siendo afuera) y el hombre es mas de soltar, el hombre es el encargado de darle la fuerza al hijo para ir a la vida con todo lo que se necesita. El padre es quien empuja para ir hacía el mundo con fuerza y seguridad.
“Muchos problemas con los niños también se producen porque no pueden acceder al padre. Solamente la madre puede abrir el camino al padre, con lo cual tiene un poder tremendo. Pero nadie más puede franquear el camino al padre”. Bert Hellinger
Cuando una madre pone quejas del padre a su hija, hay un desorden porque la hija por defender a su madre, deja de ser hija y se siente en medio de ambos padres, se desubica y por lo tanto pierde la fuerza que le da a el saber que es la hija y no la esposa de ese padre.
Otro ejemplo clásico que se observa mucho es cuando un hijo ve en su padre a un hombre que golpea a su madre, un padre abusivo y por eso lo odia, lo juzga y en muchos de los casos lo desconoce como padre. Lo que debe hacer el hijo es asumir a sus padres como son, teniendo la consciencia que lo que toma de sus padres es la vida, no lo que ellos son o el tipo de relación que puedan tener y así puede lograr seguir hacía adelante, de lo contrario lo que puede suceder es que va a vivir con una carga de ira, rencor y resentimiento que termina es transfiriéndola o repitiéndola en su vida personal en todos los ámbitos en los que se desenvuelva y por supuesto va a estar permanentemente bajo de energía vital porque todo el tiempo se va a estar peleando con la vida que le tocó, lo que hace que pueda terminar enfermándose.
Cuando una persona toma la vida como es, cuando entiende y comprende que la vida es como es y honra la vida que vino a través de sus padres y que ellos son como son y agradece lo que le toca, entonces está dando gracias desde lo profundo, que es estar vivo y se permite estar al servicio de la vida, logrando con ello ser creativo e ir hacía la vida con la fuerza necesaria.
Elegir en el aquí y el ahora y de esta manera experimentar vivir diferente mis relaciones conmigo mismo, con los otros y hasta con mi propia historia, hace que me abra a la vida y desde el adulto que ya soy, honrar y aceptar lo que fue y lo que es, de esta manera puedo evolucionar, de lo contrario sigo estando en el niño que vive de juzgar, exigir y reprochar a sus padres y con ellos a la vida misma.
En resumen, qué viene con la toma del padre?
Cuando es la madre la que no está presente, la persona toma el lugar de la madre, convirtiéndose en la pareja del padre, o viceversa por lo tanto, le será más difícil conseguir pareja y hacer su propio sistema.
Cuando a un padre le ha faltado su papá pueden presentarse situaciones de adicciones. En el alcoholismo, por ejemplo, lo que se ve es que el hijo dice: “Papá, con cada trago te siento aquí conmigo”.
Ante la muerte de la mamá (sea cual sea la edad y la circunstancia), el hijo o la hija pueden desear acompañar a mamá en la muerte. Igualmente puede pasar con el padre. Es lo que Bert Hellinger indica como jalón de muerte. El hijo o hija, apaga su vida, le cuesta más ser feliz, le cuesta disfrutar de la vida.