La palabra asertividad viene del latín assertus, que denota una afirmación sobre la certeza de algo.
¿Pero de dónde nace tal aptitud?
La asertividad es nada más y nada menos que una habilidad social. Y como toda habilidad se puede desarrollar a través de un autoconocimiento. Permitiendo al individuo comunicar su punto de vista desde una comunicación pasiva acompañada de una pequeña dosis de ira que le permite reivindicar su dignidad, defendiendo sus propios derechos e ideas respetándose a sí mismo y a los demás.
Asertividad en psicología: Según la psicología existen tres tipos de comportamiento que se dividen entres categorías:
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Pasivo
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Agresivo
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Asertivo
La asertividad podríamos decir que es el equilibrio entre lo agresivo y lo pasivo por tanto en la interacción social es el comportamiento más saludable por ser seguro y respetuoso.
El individuo que no logra comunicar su necesidad adecuadamente, se le considera una persona no asertiva y socialmente se vuelve ineficaz a la hora de comunicar.
Aclaremos que, la persona asertiva no siempre tiene la razón. La persona asertiva sabe que puede estar equivocada, escucha a los demás desde la calma, los diferentes puntos de vista para llegar a tener un mejor entendimiento del contexto en el que se desarrolla el conflicto.
Un requisito importante para poner en práctica la asertividad es la Empatía, cuando nos ponemos en el lugar del otro para entender su conducta y razonamiento. No es posible ser asertivo si no existe un interés genuino por el otro.
Beneficios de la comunicación Asertiva: Al ser una comunicación honesta transparente, clara y objetiva tiene las siguientes ventajas.
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Facilita la comunicación
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Aporta la capacidad de negociar con el otro
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El respeto hacia el otro es evidente
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Mejora la capacidad de expresión e imagen social
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Las controversias son resueltas de una manera eficaz
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Autoconocimiento de su gestión emocional
NOTA: Recordar que se puede entrenar para desarrollar como habilidad social, tan necesaria en cualquier ámbito de nuestras vidas.