La psicología sistémica busca poner en movimiento el sistema y afirma que todo cambio es positivo y, en el peor de los casos, sino se logra el cambio por completo, el sistema no empeora.

La psicológica sistémica, basada en la Teoría General de Sistemas (TGS) desarrollada por Ludwig von Bertalanffy a mediados del siglo XX, nos ayuda a trabajar con familias y menores, en lo que llamamos psicología sistémica familiar o psicología sistémica individual, entendiendo a éstos como parte de un sistema.

El concepto sistémico en psicología puede ser complejo si no se trabaja con profesionales cualificados, como Ana Batista, que nos ayuden a encontrar el camino adecuado para enfrentarnos a nuestros conflictos internos y externos en nuestros sistemas.

Una nueva forma de hacer psicología. Enfoque de la psicología sistémica

La terapia de la psicología sistémica es una forma novedosa de hacer psicología de la en la que destaca que todo individuo funciona dentro de un sistema, que los sistemas se crean por la relación que existe entre sus miembros y para ello se utiliza la comunicación de diferentes formas y que todo movimiento de cualquier individuo en el sistema va a beneficiar al mismo ya sea consciente o no el movimiento.

En esto anterior hay que tener en cuenta que, si el sistema es disfuncional, algún miembro dará el síntoma y, de forma natural, el sistema se resistirá al cambio. En el enfoque de la psicología sistémica se nos plantea que todo cambio en el sistema va generar un efecto positivo inutilizando la necesidad del síntoma.

La psicología sistémica es el dinamismo de las interrelaciones del ser humano y los sistemas a los que pertenece, los procesos comunicacionales y las interacciones entre los miembros del sistema. Por tanto, la base de la psicología sistémica se centra en buscar soluciones apoyando los cambios y esas bases para apoyar esos cambios serían:

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