Me considero una persona muy generosa, no porque me lo digan los demás, que también. Esto lo digo porque me siento en equilibrio con lo que recibo y con lo que doy… a la hora que una persona me pide una escucha porque está pasando por un mal momento, se la ofrezco sin dudar un ápice, además, soy de las que te puede escuchar por horas si, lo que necesitas es «contención.» Sin abusar ni desmerecer mi tiempo.

Ahora me gustaría aclarar algo que he podido observar a través de estos últimos años. Cuando una persona esta interesada en sanar y quiere empezar un proceso de verdad, y tener cambios en su vida, se compromete, hace todo lo posible por entrar en ese proceso de cambio, pone todas sus ganas y eso se nota.

¿Por qué digo esto?

El ser humano por más tropiezos que tenga, siempre quiere NO volver a tropezar, y si tiene la posibilidad de que alguien le acompañe y le dé un poco de luz, de en donde puede estar orientado su proceso lo pilla enseguida, y se hace cargo de ello, haciéndose responsable de sí mismo.

Cuando NO entro en el proceso de sanar pueden pasar varias cosas.

1- Tenemos un punto ciego y no es el momento para verlo… (Aquí recomiendo ir despacio.)
2- Nuestro cuerpo responde ante un contexto que nos hace revivir el trauma y se paraliza, no avanza. (también debemos ir despacio)
3- Tenemos una patología debemos ser atendidos por un profesional Psiquiatra, Psicólogo, Neurólogo etc. Siempre ir con profesionales.

4- No cambiamos de hábitos, y nos vuelven una y otra vez las mismas circunstancias que nos someten a no tener un cambio, (somos consciente de ello, pero es más cómodo quedarnos ahí y que sean otros los que cambien). No sé salir de mi zona de confort, tengo miedo al cambio. Y no nos hacemos cargo de nuestra vida.

5- Hacemos responsables a todos de nuestros problemas, yo siempre tengo la razón y los demás son culpables.

Nombraría algunos motivos más, pero no es el momento.

Creencias.

-Si creemos que el terapeuta, está preparado y ha estudiado para ayudar a los demás y tiene la obligación de ayudar sin ser remunerado, estamos siendo injusto. (Cuando nos compramos caprichos, también puedes darte el capricho de pagar por tu salud emocional y psíquica). Si caemos en cuenta de nada nos servirá ponernos un traje de lujo o comprarnos el teléfono de última tecnología y tener un sentido de vida vacío e inseguro después de cerrar las puertas de nuestras casas. O que tengamos una relación externa e interna con nosotros mismo, irregular.

-Si creemos que el terapeuta por haber estudiado no tiene derecho a poner límites, cuidar de su tiempo, salud emocional, psíquica y física estás equivocado.

Si como terapeutas no aplicamos a nosotros mismo lo que nos gustaría enseñarte (que es, como cuidarte) no estaría siendo coherente con la enseñanza.

No soy de publicar mis trabajos voluntarios para con la sociedad, pero os aseguro que no son pocos. Los hago de corazón con todo el amor del mundo, a la vez que me siento agradecida, satisfecha y en equilibrio con lo que he recibido en mi vida y lo que estoy pudiendo aportar ahora.

Puedo hacer excepciones con el precio a personas en situaciones difíciles, (pero no dejaré de cobrar por mi trabajo.)

Todo oficio se hace para una recompensa, (aparte de por amor a lo que haces), el mío no es diferente al de un profesor, ingeniero, abogado, dependiente, bailarín, actor, médico etc.

Amo lo que hago, por ese mismo motivo lo valoro.

Nota: En el momento que el terapeuta decide no cobrar, se abre una posibilidad en la que el cliente no valora su proceso y abandone sin terminar la terapia.

¿Por qué?

Porque el propio terapeuta no da valor a su trabajo.