¿Qué es el autoconocimiento? 

Todo acto de autoconocimiento bien llevado adelante genera como consecuencia: 

• Identidad: El reconocimiento y conocimiento de mi ser, permitiendo el desarrollo de la motricidad. El yo de un sujeto está en el centro de sus actos, es de donde nacen y hacia donde van todas sus acciones individualizándolo e integrándolo así con su medio.

•  Crecimiento personal: El autoconocimiento permite la personalización del ser humano a nivel afectivo, moral y religioso, promoviendo su crecimiento y desarrollo.

• Autonomía: Es poder independizarse del mundo, ya que logro valerme por mí mismo, tener ideas claras y sólidas sobre lo que voy a hacer, por qué y para qué lo hago.

• Creatividad: Al acercarnos a nosotros mismos, claro, con una actitud de aceptación, atención y curiosidad, generalmente abundan nuevas ideas e información puesta al servicio del mejoramiento de nuestra vida y la de nuestros semejantes.

• Libre albedrío: Se refiere a la facultad de elegir el modo de proceder y actuar en consonancia con lo que el sujeto considera (decide) mejor.

• Automotivación: El conocimiento de uno mismo y el desarrollo de la autoestima ponen en funcionamiento gran cantidad de energía positiva.

• Autoobservación: escúchate, observa tus acciones, tus intenciones, tus pensamientos predominantes, tus reacciones, tus gestos…
• Exponte a la opinión y críticas de los demás, consúltalos sobre tu forma de actuar, incluso pídeles que te señalen posibles errores.
• Cursa estudios de asignaturas de corte psicológico como inteligencia emocional, análisis transaccional, psicología del desarrollo, psicopatía, técnicas de grupo, psicología analítica y otras muchas aportarán una serie de bases y conceptos generales relacionados con el conocimiento del comportamiento propio.

El autoconocimiento total nos ayuda a sentirnos satisfechos con nosotros mismos y crear una buena imagen personal. Por supuesto, desde esta perspectiva, la autoestima se encuentra íntimamente relacionada con el autoconocimiento. Cuando no nos conocemos bien, solemos tener una imagen distorsionada de nosotros mismos.

Por el contrario, cuando nos conocemos en profundidad y comprendemos nuestro propio mundo de pensamientos y emociones, nos conocemos lo suficiente para aceptarnos con todo y para crearnos una buena imagen de nosotros mismos.

En resumen, el autoconocimiento nos hace ver claramente nuestras virtudes y carencias, y nos orienta para querernos tal y como somos. En definitiva, cuanto más nos conozcamos, más fácil nos resultará querernos tal y como somos

El autoconocimiento nos aporta una visión más clara de nuestras propias necesidades, habilidades, metas, gustos, valores, miedos y deseos. Ello nos conduce a una mayor seguridad y convicción en la toma de nuestras decisiones. ¿Cuántas veces hemos fallado al elegir trabajo o pareja por no haber hallado o aclarado nuestra verdadera identidad? Las decisiones profesionales (escuelas, estudios, empresas…) se hacen con el corazón y no con la cabeza.

La autoconciencia nutre y es el eje central de la inteligencia emocional: si no soy capaz de, en un trance determinado, saber lo que siento, de reconocerlo y etiquetarlo, es imposible que pueda aprender a controlarlo. Poseer buenos recursos y preferencias para la toma de decisiones está en gran parte relacionado con el hecho de que internalicé, reconsideré mi filosofía de la vida.

Es importante recordar que el autoconocimiento no es suficiente en sí mismo para alcanzar el desarrollo personal. Si alguien se conoce perfectamente, no es ni mucho menos un individuo feliz, ni mucho menos completo, por el mero hecho de reconocer tantas partes de su interior generadas en el paso de su biografía.

No obstante, para llevar a cabo un desarrollo personal satisfactorio, el autoconocimiento cobra un importante papel. Este carácter forma sinergia un paso inicial muy importante a lo largo de nuestra vida

A lo largo de tu viaje en búsqueda del auto, descubrirás que existen varios desafíos que te presentarán obstáculos en este camino hacia el autoconocimiento. En pocas palabras, se puede resumir que estos obstáculos sabotean lo que podríamos llamar nuestro verdadero yo. Los más importantes son los siguientes:

• El autoprejuicio: Es una de las tendencias más importantes de la personalidad y una de las más desconocidas. Se traduce en ideas preconcebidas desmedidas sobre nosotros mismos y las limitaciones que creemos tener. No se manifiestan como «no puedo», sino como «yo soy así.

• Actuación: Es una tendencia que nos impulsa a dejar que otros sean los encargados de realizar ciertas tareas o sacar adelante situaciones importantes para nosotros. La necesidad de aprobación y el miedo a una intervención autoritaria externa llevan a muchas personas a renunciar a su papel de agentes activos en la resolución de determinadas circunstancias de su vida, delegando en otros.