Partiendo de que, la misma palabra “Seguridad” ya nos puede producir “Inseguridad”. Cabe hacernos unas cuantas preguntas.
¿Qué existe detrás de la necesidad de sentirnos seguros?
Teniendo en cuenta que existen diferentes tipos de seguridad. Ejemplo: Bioseguridad, Seguridad informática, jurídica, social, bancaria, vial, privada, laboral, humana, información, ciudadana… A La que más importancia solemos darle inconscientemente o no es la seguridad psicológica.
¿Qué riesgo puedo sentir que tenga que prevenir, para poderme sentir seguro? (Esto va relacionado con las emociones principalmente, el miedo)
Miramos por encima que está detrás de esta relación SEGURIDAD Y MIEDO. Por lo general tenemos asociado que la ausencia de miedo es el tener cubiertas nuestras necesidades ya sean materiales, emocionales o existencial. En este estado de inseguridad podríamos estar sintiendo una amenaza a nuestros valores y nuestro sistema actual de vida. Cabe destacar que las amenazas como por ejemplo una nevada, inundaciones, ataques terroristas, pueden ser subjetivas u objetivas, mientras que el miedo siempre es subjetivo. Es lógico tener miedo en situaciones poco seguras siendo el riesgo más alto, en cambio cuando la seguridad es alta deberíamos sentirnos más seguros, pero esto es solo una seguridad objetiva.
Cabe decir que seguridad y miedo en relación con el riesgo no son fácil de medir la evaluación del riesgo puede ser el elemento clave para comprender y evaluar objetivamente el peligro y el grado de seguridad objetiva. Ya que la emoción va ligada a la percepción que tenemos del riesgo, ya sea a morir, a perder algo o alguien, a que nos pase algo malo o que le pase algo malo a quienes queremos. Estos riesgos son objetivos por ende podemos analizarlos, entenderlos, comprenderlos y en ocasiones reconocer que no existe tal riesgo. Desde este punto de vista el miedo se puede prevenir, transferir, aceptar o mitigar. La gestión en el momento de acción, lo determinará en cómo se relaciona la persona con el contexto.
Según la Pirámide de Maslow psicólogo, la seguridad en nosotros ocupa un segundo nivel dentro de las necesidades de déficit. También el antropólogo Bronislaw Malinowiski nos dice que la seguridad es una de las siete necesidades básicas a satisfacer como seres humanos que somos, justificando esta frase, debemos tener en cuenta la importancia de la definición de valor, los valores son principios que nos permiten realizarnos como personas según nuestras conductas, actitudes, y comportamientos, ya que están estrechamente relacionados.
El académico realista Arnold Wolfers en 1962 definió dos partes del concepto de seguridad:
– En el sentido subjetivo, que dichos valores pudieran destruirse por la ausencia del miedo.
Estar seguro sería, pues encontrarse libre de miedos y, a la vez, libre de necesidades. La seguridad es como una balanza que debería estar en equilibrio ¿O no? En nombre de la seguridad se vigilan nuestros correos electrónicos, se controlan nuestros movimientos y localizaciones e incluso se escuchan nuestras llamadas. Al vivir en sociedad sacrificamos nuestra libertad, lo hacemos desde la necesidad de conseguir seguridad, pero está debe ser real, no una ilusión que esconde intimidación y control
“Por lo general la seguridad que buscamos constantemente de forma desesperada es la Seguridad Psicológica” tenemos la creencia que podemos llegar a un estado de equilibrio y permanencia, donde nada nos pueda perturbar para poder aparcar nuestros miedos y dar por terminado la incertidumbre del mañana, claro está que es un acto que ya sea consciente o inconscientemente, nos va a provocar el estar en una constante búsqueda. La seguridad psicológica como la física la necesitamos para lidiar con el conflicto que ya suponen nuestras vidas y que escapa de nuestro control en la mayoría de ocasiones, en donde nos vemos incapaces de reaccionar, o dar respuestas a complicaciones y adversidades.
-Helen Keller- Nos habló que la seguridad es principalmente una superstición, No existe en la naturaleza, ni en los hijos de los hombres como una experiencia. Evitar peligros no es más seguro a largo plazo que exponerse a ellos.
“La vida es una aventura atrevida o no es nada”
Pienso particularmente que el equilibrio y la permanencia no existen. Es solo una ilusión. Y cuando no lo aceptamos de esta manera, experimentamos la ansiedad, el miedo constante de pretender que nos amen y sentirnos amados. Cuando estamos en esa constante búsqueda nos invade el egoísmo, la superficialidad y podemos llegar a reaccionar desproporcionadamente en muchas ocasiones de forma imprevisible e incoherente con nuestras propias necesidades no atendidas (nosotros)
No podemos estar seguro de nada, ya que no existe nada seguro ni permanente, todo puede cambiar o desaparecer, como característica esencial de la vida misma y la característica del ser humano. Es mucho más fácil no creer en esto y actuamos sin importarnos que sea correcto o no en dirección de la propia seguridad psicológica. Si buscamos está seguridad a través de lo externo lo haremos mediante el esfuerzo por obtener buenos trabajos, una buena educación adaptarnos a las nuevas tecnologías e integrarnos en una sociedad de consumo y competitividad. Y, por otro lado, la seguridad interna la buscaremos a través de la paz interior y la necesidad de sentir que todo es permanente y seguro. Nosotros mismos creamos problemas que no queremos aceptar.
Ahora que ya conoces un poco más de en ¿Qué nos basamos para sentir seguridad psicológica te atreverías a cuestionar la tuya?
Cuando pretendemos que el tipo de cosas que nos hacen sentirnos seguros permanezcan en nuestras vidas estamos convirtiéndonos en esclavos de estas mismas situaciones. Ejemplo no queremos que acabe una relación, no queremos cambiar de trabajo aun teniendo la certeza de que ya no nos apasiona o no nos gusta como antes. Y justo el aferrarnos a que no existan estos cambios, nos resistimos a darnos cuenta de que nuestros sentimientos, pensamientos, emociones con el paso del tiempo varían. Nos agarramos a lo que sentíamos en el pasado queriendo volver a experimentar la seguridad y bienestar que habíamos encontrado entonces. A pesar de que ya no nos sirve en el presente nos resistimos y justo está resistencia nos lleva al sufrimiento y a la decadencia del ser humano.