Yo soy, de la tierra de palmeras, playas, miel, tabaco y ron soy de dos mundos, un mundo llenos de recuerdos no tan buenos, con perdidas, rabias, miedos.

Y soy de otro mundo desde donde los buenos, merecidos y agradecidos recuerdos me llevan a la sabiduría, el amor, y la alegría del presente.
Soy de la tierra, soy del árbol, del mar, soy de la naturaleza, que me abraza, me reconforta y me quiere, de esa naturaleza que me dijo tienes una vida por delante «vívela»
Soy del dulce sabor a mango y de la sombra del framboyán que refresca mis ideas y endulza mi mirada con sus flores rojas.
También soy la traviesa niña que aún no renuncia andar descalza y subirse a una mata de mamoncillo
Soy del río, el río de Remanganagua que me vio crecer, del naranjal del abuelo adoptivo juan, y de la yunta de buey, donde íbamos todos los primos a por agua al pozo.
Soy de la sonrisa marcada en la mirada infinita de mi abuela adoptiva flora, quien lavaba mis sabanas blancas, para que yo tuviese la tranquilidad de dormir bien.
Soy del coco rayado y el zumo de apazote amargo como la hiel, remedio casero que con amor me preparaba mi abuelo Polito para curar mis males.
Soy desde la alegría y el amor incondicional de mis hijos y mi esposo la eterna buscadora de recursos para amar los recuerdos del primer mundo.